jueves, 17 de abril de 2008

Bernardo Salazar: “Nos han robado el sentido histórico del Club Atlético de Madrid”


Bernardo Salazar (Madrid, 7 de mayo de 1942) es la memoria viva del Atlético de Madrid. Es coleccionista de recuerdos, tesorero de anécdotas, gerente de una forma de vida al alcance de unos pocos. Con Bernardo es difícil no hablar durante horas de fútbol, del Atleti. No hay comida, sin sobremesa eterna. Un café puede convertirse en toda una tarde.
Tiene una colección de más de 800 libros de fútbol y a él recurren los periodistas para preguntarle datos que no aparecen ni en la más completa hemeroteca. Puedes intentar pillarle y preguntarle por aquel partido que jugó Lobito Hernández. Pero no, recuerda aquel partido, la alineación, al equipo contrario y la trayectoria del utilero que estaba en el campo. Aún más, te embauca con una preciosa historia sobre el fútbol de entonces. Un fútbol en blanco y negro. Un fútbol en rojiblanco.
Bernardo se ha jubilado recientemente, pero su retiro laboral es algo testimonial. Su móvil suena constantemente, lleva en su maletín un nuevo proyecto editorial para AS, el guión para una película, folios llenos de tachones, textos editados, fotografías coloreadas...
Ahora se ha embarcado en la aventura del Gaudeamus, un foro que nos trae al presente la historia del Atlético de Madrid. Una gran historia cargada de títulos, de éxitos, de sonrisas, de tardes memorables. Una historia que contrasta con un presente que nos duele por su falta de brillo, por esa pérdida de identidad que se ha traducido en la creación de una marca y en la resta de un sentimiento. En la creación de una Sociedad Anónima Deportiva y en la desaparición de muchas otras cosas que conformaban nuestro equipo.
Bernardo quiere hacer justicia con ese pasado y por eso queda con nosotros para hablar de Gaudeamus y de su Atleti, por supuesto.
Quedamos con él en el café Gijón y el enclave no puede ser más oportuno. El establecimiento tertuliano más antiguo de Madrid hoy da menús a 11 euros. Los asientos de terciopelo rojo donde un día se sentaron Galdós y Cela y Fernando Fernán Gómez y Ana María Matute y el gran Joaquín Vidal hoy están gastados por el uso, descoloridos. Por los pasillos en los que Rafael Azcona recitaba sus poemas a cambio de un vaso de agua, hoy un camarero con prisas nos señala una mesa esquinada.

Pregunta - ¿Bernardo, recordar es volver a vivir?
Respuesta –
Si, claro que sí. Alguien decía que la memoria es la inteligencia de los tontos, pero debía de ser porque no tenía memoria. El que sabe es el que tiene memoria. ¿De qué te sirve haber vivido, si luego no puedes recordarlo?

P – ¿Y es la memoria uno de sus principales tesoros?
R –
Desde luego. Tengo una memoria, me atrevería casi a decir, privilegiada. Desde que era muy niño ha sido así. También es verdad que la memoria antes se cultivaba en el colegio… desde las tablas de multiplicar, a la lista de los reyes godos o las penínsulas y los ríos del mundo. 60 años después me sigo acordando.

P- Pongamos a prueba su memoria ¿Cuál es su primer recuerdo en rojiblanco?
R-
Pues a primeros de octubre de 1947, al volver esa primera semana al colegio, me llevaron mis tíos al Metropolitano a ver un Atlético de Madrid – Athletic de Bilbao. Empataron a uno y todavía, los jugadores, no llevaban número a la espalda, fíjate si hace años. Al día siguiente con mano temblorosa de niño de cinco años recorté la crónica de La Hoja del Lunes y la pegué en un cuaderno. Aún la conservo.

P – Han pasado muchos años, con cientos de partidos… toda una vida marcada por el Atleti ¿Qué ha perdido y qué ha ganado en esta historia de entrega?
R -
El Atleti siempre me ha dado muchísimas cosas. De entrada, y en momentos determinados, por supuesto la alegría cuando gana, pero además, me ha permitido conocer personas, viajar… Hubo una época, cuando ya empezaba a viajar y el Atleti a disputar torneos europeos, te ibas a Zagreb, a Bruselas –por desgracia-, a Moscú, a Hamburgo… Ibas viendo mundo y siempre coincidías con grupos de gente que conocías de vista, del campo, del colegio, del trabajo… pero que eran rojiblancos como tú y con los que volvías a estrechar lazos. Siempre el Atleti ha sido una parte importante de mi vida. La verdad es que a este equipo lo siento como algo propio, casi, casi, como a un miembro de la familia.
El sentimiento que tengo es enorme y además de pequeños a mis hijos también se lo he inculcado. Porque no deja de ser una tradición, ¿No? Como habían hecho mis tíos conmigo.

P- ¿Con sus buenos y sus malos momentos?
R -
Hombre, como todo en la vida… Soy capaz de rememorar montones de imágenes con los recuerdos de los éxitos pero también de las desgracias, de las tristezas…
Yo recuerdo haber llorado dos veces en el fútbol: una en el momento en el que Maguregui, en el año 56, nos marcó el gol que suponía que el Atleti perdiese la primera final de Copa que yo le vi jugar. Yo, que por aquel entonces tenía 15 años, cuando fue a sacar el córner Gainza, grité desde la localidad de Chamartín en la que me encontraba: ¡cuidado con Maguregui!, porque le vi completamente solo y justo Gainza le puso el balón en la cabeza y marcó, dándole la victoria al Athletic de Bilbao.

P - ¿Y la segunda vez?
R -
Bajando con mis hijos por las escaleras de mi localidad después de empatar aquel partido con el Sevilla. Habíamos descendido la semana anterior en Oviedo, pero bajando por aquellas escaleras me di cuenta que después de tantísimos años estábamos en Segunda División y no pude contenerme. Se me saltaban las lágrimas y mis hijos me decían "pero papá, si ya habíamos bajado la semana pasada", "sí, pero la conciencia de que estamos en segunda la tengo hoy". Fue el día que le tiraron los huevos al gafe aquel que tuvimos de portero.

P - ¿Y disfrutar?
R -
He disfrutado un montón de veces. Del primer 5-0 que le metimos al Madrid, un 3 a 6 en Chamartín, las copas que les hemos ganado, cuando estuvimos en Sabadell, en Sarriá o cuando ganamos la Liga en el Bernabéu. Todos esos recuerdos son impagables. Son momentos históricos. Luego lo piensas y dices ¿y por qué? Si esto al fin y al cabo no deja de ser más que un juego, once contra once, uno gana y otro no.
Pero si eres muy pequeño cuando te nace la afición y se te graba a fuego en el corazón, pues hasta que me muera lo sentiré así.

P - El Gaudeamus pretende hacer justicia con la historia del Atlético de Madrid. Su lema, "nuestra historia, nuestro orgullo", así lo atestigua. ¿Están pasado y presente del Atlético de Madrid más distantes que nunca?
R -
Se ha pasado por épocas mejores y peores. Se ha estado apunto de desaparecer y siempre al final ha surgido un "salvador" o "grupo de salvadores" y se ha salido adelante y se ha vuelto a sacar la cabeza. Lo que pasa es que los momentos actuales, prácticamente desde el descenso a Segunda, no se parecen en nada a todo lo anterior que yo he conocido. Desde el año 2000, son los 8 peores años que yo he vivido en toda la historia del Club Atlético de Madrid.

P - El otro día leí unas declaraciones de Petón en las que venía a decir que el Atleti tenía que ponerse al paso de su historia…
R -
Me parece que Petón se refería, entre otras cosas, a los colores de la camiseta tras la renovación del Atleti con su suministrador de prendas deportivas y pedía Petón que se mantuviese el rojo y blanco de la camiseta, con las rayas con su anchura normal, no como aquella con la que nos hundieron en Segunda División, que parecíamos más el Ajax que el Atleti.
Petón, al que conozco desde hace bastantes años y con el que me entiendo estupendamente bien, porque es otro enamorado del Atleti... he intercambiado opiniones muchas veces, algunas en desacuerdo, pero casi todas con la misma finalidad de compartir nuestros conocimientos, de aportar, de ayudar a mejorar la situación del Atleti. Petón es un personaje y yo, sinceramente, le quiero mucho.
Creo que efectivamente lleva razón, porque una de las cosas que nos han cambiado es el sentido histórico del Club Atlético de Madrid. El Atleti tiene una trayectoria, que ha sido variable, por supuesto, en función de muchas circunstancias, pero es que en la época actual la historia parece que no existe. Hace poco en la revista que nos entregan a la entrada del campo, al margen de los editoriales, que cada uno puede seguir la línea que quiera, pues nos han publicado una historia del Atleti que se parece a la realidad como un huevo a una castaña. ¿Quién será el indocumentado este al que han encargado que haga esas páginas?, ¿de dónde sacarán a esta "gentecilla"?, por no decir otro término peor, para escribir una historia que no se parece en nada a la que yo he vivido.

P - Es debate en el seno de la afición si es lícito silbar o no a los jugadores de su equipo. Usted, que como yo, habrá visto el césped del Calderón lleno de almohadillas, ¿qué opinión le merece este asunto?
R -
En contra de lo que decía el editorial del Forza Atleti del otro día, los que pagamos tenemos derecho a protestar. Si yo saco un abono para la ópera y en vez de venir Plácido Domingo me sacan a uno de esos que salen por la tele y que no saben cantar, tengo el mismo derecho a protestar. Lo que quiero es ver buen fútbol o escuchar buen canto. Yo creo que la afición es soberana. Hace años ya que las almohadillas no vuelan porque han perdido las virtudes para el vuelo que tenían las antiguas, pero sí creo que el público tiene que ser exigente y tiene que demostrar su exigencia. En mis tiempos, más juveniles, lo hacíamos mostrando el pañuelo y ahora se hace con cánticos y con otras fórmulas y sistemas y... yo no soy de los que canto en el fútbol, pero protestar, sí protesto, todavía con el pañuelo.

P - ¿Qué es más injusto silbar a Cléber Santana o no silbar a la persona que le ha traído?
R -
Silbar a Cléber Santana es una forma indirecta de silbar a quien ha traído a Cléber Santana. Si a todos y cada uno de los jugadores que fichamos, y que no tienen el nivel para jugar en este club, se les silbara, estaría claro que alguien tendría que tomar nota y reconocer que se está equivocando. De verdad es lamentable la serie de jugadores que están pasando por este equipo en los últimos tiempos.

P - ¿Se han quedado vacías de contenido esas palabras que decían que nuestra afición es la mejor del mundo?
R -
No hay una afición mejor del mundo. Las aficiones son todas muy parecidas, se ilusionan con los fichajes, se enardecen con los triunfos y se cabrean con las derrotas. Pero eso pasa aquí, en Sevilla, en Hong Kong y en Estados Unidos.
La afición del Atleti es quizás una de las más ignorantes del mundo. Cuando el Sr. Gil accede a la presidencia, los 40.000 socios abonados que tenía el club se redujeron a 12.000 y, por lo tanto, la mayoría de los que se dieron de baja eran veteranos, los que más sabían, los que conocían… y esos han ido siendo sustituidos, gracias a una serie de medidas, como la reducción de precio cuando se bajó a Segunda, por unas personas, muy de alabar, pero que saben muy, muy poquito y cuya exigencia como aficionados y sus conocimientos sobre quién puede representar a nuestro Club dejan mucho que desear.

P - Hemos hablado de la afición, de jugadores que no han dado la talla, hablemos ahora de los que sí la dieron ¿Qué siente usted cuando ve a Torres con la camiseta del Liverpool?
R -
La semana pasada vi el partido del Arsenal contra el Liverpool y yo, que soy del Arsenal desde niño, tuve en un momento determinado, el corazón muy dividido porque sólo por estar Fernando Torres en el Liverpool quise que ganasen. La fuerza que Fernando Torres ha dejado en mi corazón casi, casi, iguala a los 60 años de ser seguidor del Arsenal. Lo cual dice mucho a favor de Fernando Torres.

P - El próximo Gaudeamus Atleti se va a centrar en cómo ven al Atleti los medios de comunicación. Bernardo Salazar, pese a su estrecha relación con los medios, no se siente periodista, si no comunicador. A lo largo de los últimos años ha colaborado con AS y siempre ha intentado seguir el ideal que le inculcaron de la búsqueda de la excelencia, pero… ¿cree que la prensa deportiva sigue este mismo propósito?
R -
Sobre eso no quiero dar mi opinión, pero en muchas ocasiones me siento defraudado.

P - ¿A qué achaca la pérdida de espacio del Atleti en las páginas deportivas de los diarios?
R -
Yo creo que esto procede de los primeros años 90 cuando ciertos estudios de mercado revelaron a los empresarios que su target era el Madrid. Y a partir de ese momento, los que habían sido unos diarios deportivos de verdad, se convirtieron en unos órganos noticiosos de los seguidores del Real Madrid. Si para darle de comer a este público madridista se ocupan las primeras 10 ó 14 páginas del diario, el Atleti no aparece hasta la 20. De vez en cuando se encargan de darnos un dulcecito o una promoción de esas de la camiseta o el baloncito y así mantienen una reducida muestra de atléticos en su nómina de lectores. Pero todo eso viene, lamentablemente, de que el Atleti también se ha venido abajo, porque si esa campaña se hubiera pretendido hacer cuando el Atleti era campeón, y le disputaba la Liga al Madrid y se la ganaba, no nos hubiesen podido mandar a la página 22. Se hubieran quedado en la cuarta o en la tercera y hasta alguna vez ser portada.

P -Pasado, presente y ¿cómo ve el futuro del Atleti?
R -
Uf… qué difícil, qué difícil. Lo veo incierto. Hablan de una ciudad deportiva de la que no se ha puesto la primera piedra y antes de ponerse esa primera piedra ya se ha vendido una parte de terreno. Se habla de La Peineta para dejar el Calderón sin que todavía se sepa si vamos a ser olímpicos o no, si se va a poder hacer ese campo, si va a ser nuestro o no, en qué condiciones, de qué forma. Al final lo que hay es un proyecto que de vez en cuando y, cuando no hay nada que sacar, se resucita y aparece con alguna modificación, pero no hay ningún compromiso cierto y real ni del Atleti con el Ayuntamiento, ni del Ayuntamiento con el Atleti.
Y después… ¿se va a La Peineta?, ¿en qué condiciones?, ¿en alquiler?, ¿como propietarios?...yo todo esto no lo veo nada claro.
En el terreno deportivo, además, el Atleti está ahí, luchando por si mete la cabeza en la Champions, que se dice ahora, y lo veo complicado. Los tres primeros puestos son inalcanzables y el cuarto nos lo pueden quitar. Y el año que viene, la UEFA no me dice mucho, la verdad. Prefiero jugarla que no jugarla, pero no veo al Atleti con una verdadera estructura deportiva. Yo imagino que estos señores que se dedican a hacer marca y a firmar convenios y salen 40 veces en fotos con todo tipo de personajes, realmente, para ellos, ésto será muy importante para el desarrollo del Club, pero todo eso, si no eres el primero o el segundo, se va al garete. No hay mejor marca que ser el campeón.

P - Contésteme en pocas palabras ¿Un director técnico para el Atleti?
R -
No lo sé, tendría que estudiarlo. Pero sí le puedo decir que los últimos no han dado la talla.

P - ¿Un capitán?
R -
El más antiguo, como ha sido toda la vida.

P -¿Un entrenador?
Tampoco lo sé. Entre los últimos ha habido sabios y tontos, ignorantes extranjeros y nacionales, con buena fama y desconocidos, y ninguno ha sabido sacar al Atleti del pozo. Luego, si los ciento y pico jugadores que hemos tenido en el Siglo XXI, casi tantos, como en los 50 años anteriores, ni los 8 ó 9 entrenadores que hemos tenido, ni los directores técnicos, han sabido dar con la solución… pues, los únicos que siguen permaneciendo en estos ocho años son los dueños... a lo mejor hay que raspar ahí a ver que pasa.
Con esas palabras nos quedamos, Bernardo, muchas gracias.